20-07-2006

PR003 -- JASUN MARTZ - The Pillory (1978)

Hay días en que tu estado de ánimo te lleva a acompañarte con un cierto tipo de música, para hacer más llevaderas las horas. Por ejemplo, hoy, no sé por qué, me desperté con ganas de escuchar a James Taylor, agarré el Sweet Baby James, lo puse en el personal, agarré otro lote de CDs y emprendí rumbo…
Ya transcurrida la mañana de pronto me topé con este multifacético artista que se llama Jasun Martz, le di tiempo a que su onda atravesara por mi campo neuronal, ya bastante complicado a estas horas del día, y me decidí a contar algo sobre él y este disco “The Pillory”.
Por el título, pensé que el pobre Jasun, acongojado por una fuerte gastritis, había decidido dedicarle un disco a su Helicobacter Pylori a ver si por la influencia de los efluvios musicales la maldita bacteria lo dejaba tranquilo por un rato.
Mas, cuando busqué el término en la Wikipedia, me encontré con algo radicalmente distinto. Visiten el link a continuación:
http://en.wikipedia.org/wiki/Pillory

EL ARTISTA
Jasun Martz es un artistazo realmente. Como músico, grabó y tocó en gira con Frank Zappa, en teclados y sintetizadores, además con la banda progresiva japonesa The Far East Family Band y grabó con Michael Jackson en algunos de sus más famosos discos (bueno, cada uno se gana la vida como puede no más, ¿cierto?). Esto, aparte de otras colaboraciones destacadas que no vale la pena seguir nombrando.
Como compositor, productor y arreglador, la lista es larga, tanto en su trabajo con otros artistas como en sus propias obras o en bandas sonoras de películas.






Basado en Nueva York, Jasun Martz también ha desarrollado su creatividad como artista plástico, pintor y escultor, destacando su trabajo inspirado en los pasajeros del metro que se encuentra en cada ciudad, obras que se exponen actualmente en su exposición “In Dim Light” en Manhattan (Quinta Avenida, al frente del MOMA).


LA OBRA
En esta oportunidad, voy a comentar sobre su primera obra sinfónica, llamada The Pillory, del año 1978.

En esta sinfonía con algo de sonoridad industrial/ambient, Jasun Martz no solamente compone, dirige y toca sintetizadores, mellotrones, grand piano, órgano, saxofones, voces y electrónica, sino que lo hace con 40 músicos ayudándolo a lograr su resultado. Entre ellos se destacan Eddie Jobson (UK, Roxy Music, King Crimson, Zappa, Jethro Tull), Ruth Underwood (Zappa), Paul Whitehead (Eno, Genesis (el artista que diseñaba las carátulas de sus discos) y Van Der Graff Generator), Bill Bottrell (Sheryl Crow, Shelby Lynn, Madonna, Michael Jackson). El arte de la carátula fue creado especialmente para The Pillory por el maestro moderno francés Jean Dubuffet. La sinfonía fue publicada originalmente en un LP, en que cada una de las dos caras era un largo pasaje musical que contenía aparentemente dos movimientos, aunque se dice que en total tiene nueve.

The Pillory es una obra de arte de rock neo-clásico avant-garde. Martz comenzó a componerla alrededor de 1976, primero juntando a su Neoteric Orchestra de 40 músicos y llevándolos posteriormente al estudio de grabación. La música desafía en sí cualquier descripción fácil, aunque algunas comparaciones pueden ser útiles. Alguien dijo por ahí:

“Imagínense el “Devil Choirs” de Glenn Branca juntándose con el “Heresie” de Univers Zero en la mítica tierra de Mellotronia, inyectado con la “Consagración de la Primavera” de Stravinsky y chisporroteado con elementos de Stockhausen y de Zappa”.

La música es hechizante, estremecedora a veces, como algunos ritos paganos, aunque surrealísticamente calmante, incluso con cualidades de ensoñación. Las voces se usan a través de algunos de los movimientos en arreglos corales sin utilizar las palabras. Toda esta dinámica se junta para crear una visión poderosa con elementos de delicadeza y extravagancia, así como si fuera una banda sonora que acompañara el paso del cielo al infierno o viceversa.

Al principio, el auditor puede estimar que se trata de una obra exclusivamente ambient o electrónica, pero los lamentos iniciales culminan al fin del primer movimiento en una marcha con un canto casi militar, interpretada por varios vocalistas, que hacen pensar rápidamente en Magma. Un frenético solo de violín, cortesía del señor Eddie Jobson, aumenta la tensión mientras el canto continúa. El segundo movimiento es dramáticamente diferente, pues consiste en alrededor de 10 minutos de sólo mellotron tocando melodías inusualmente depresivas y con cambios de acordes impredecibles.

La primera mitad del segundo lado es igualmente caótica que el principio del lado uno, con algo que suena como ruidos de percusión aleatorios. Esto, que parecería un montón de gásfiters tratando de arreglar las cañerías de nuestra casa, deriva eventualmente en una intensidad que suena como si la orquesta y el coro completos fueran cayendo escaleras abajo directamente al infierno.
El único ancla de sanidad dentro de esta caótica tormenta es provisto por una efímera repetición del canto del primer movimiento, pero aquí es tocada más rápido y cae rápidamente enterrada dentro de la mezcla. La sección final del lado dos hace eco al tema presentado en el final del lado uno. Un sonido grandioso de órgano, casi celestial, toca acordes densos y ambiguos y pronto es acompañado por el mellotron tocando lo mismo. Esta podría ser perfectamente la banda sonora para el fin del mundo.

El hecho es que uno puede percibir las diversas influencias en esta obra, como Magma, Klaus Schulze de principios de los 70, o incluso de la era Lizard de King Crimson, lo cual demuestra lo inusual que es esta pieza de música.

Esta es una música desafiante, con sonidos terribles y brutales a veces, aunque el gancho del siempre presente mellotron ofrece un buen grado de accesibilidad. Clasificar a esta obra como rock progresivo puede ser una equivocación, pero no cabe duda que las influencias de muchos de los músicos que participaron en la pieza tocaron tierra en la creatividad de Martz.

The Pillory es definitivamente una obra que no es para todo el mundo. Por ejemplo aquellos que consideran que Magma hace puro ruido se van a ver más perdidos aún en las intrincancias y el caos presente aquí. Pero los entusiastas del prog de mente abierta estoy seguro que la disfrutarán y comenzarán a cultivar el gusto por este tipo de trabajos que está en el límite…

The Pillory fue publicada originalmente como un LP de 44 minutos de duración. En el CD se adiciona una hermosa pieza de veinte minutos llamada "In Light In Dark In Between", en que encontramos a Jasun Martz, Eddie Jobson y John Lutrelle en piano, violín y clarinete respectivamente; dada la ausencia del mellotron y de la orquesta, el resultado es un sonido neo-cámara en la vena de Stravinsky, con mucha improvisación. Altamente recomendable.

Hoy en día, es muy difícil conseguir el CD de The Pillory, así es que se los presento aquí como una primicia, claro que no en el mejor de los formatos…

Disfrútenlo.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

password? :(

Sir Lawn Mower dijo...

Hola, disculpa... Al actualizar la plantilla del blog se eliminaron algunos de los mensajes de la sidebar.
Ahora están de nuevo ahí y puedes consultar esta información (arriba, al lado de la presentación del blog).

Anónimo dijo...

where is the link?